domingo, 29 de mayo de 2011

DISCURSO EN LA FIESTA DE LA DEDICACIÓN

DISCURSO EN LA FIESTA DE LA DEDICACIÓN

La dedicación del templo es la última de las festividades que Jesús reinterpretará y sustituirá.

Exégesis

Sí tú eres el Mesías, dínoslo con claridad-libertad: la pregunta es parecida a la que hacen a Jesús en el sanedrín de noche (como Mc). En Juan sólo ha declarado Jesús que es el Mesías a la samaritana. Jesús responde desenmascarando la aprente sinceridad de la pregunta.

“Os lo dije y no creéis. Las obras que yo hago en el nombre de mi Padre… dan testimonio”. Implícitamente Jesús ya ha respondido. Da la razón del rechazo. “vosotros no creéis, porque no pertenecéis a mis ovejas”. Presenta la falta de fe con la alegoría del Buen Pastor. El no creer es señal de no ser ovejas suyas.

Lo que el Padre me ha dado los defiende de forma excepcional.

Yo y el Padre somos uno. Quieren apedrearle, porque captan el alcance de la afirmación.

Muchas obras os he mostrado. ¿por cuál de ellas me vais a lapidar? Siendo hombre, considerarse igual a Dios.

Jesús es por una parte aquel a quien el Padre ha hecho partícipe de su ser Santo y por otra el que se ha consagrado para sí; carácter de santificado-enviado, que implica hacer las obras del Padre (aunque no me creáis, creed a las obras).

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