domingo, 29 de mayo de 2011

JESUS Y NICODEMO

JESUS Y NICODEMO

División y estructura literaria

Dos divisiones básicas:

  1. Distinguir el coloquio de Jesús con Nicodemo del comentario de Juan. Hay un discurso breve de Jesús y después un comentario de evangelista. No hay una clara ruptura literaria
  2. Todo es discurso de Jesús. Para dividirlo hay que tener en cuenta las ideas expresadas y los indicios literarios, como por ejemplo, en verdad, en verdad te digo, así como las preguntas y respuestas.

Introducción

+Un hombre- - de los fariseos – llamado Nicodemo – dirigente de los judíos. El texto enfatiza que Nocodemo era un hombre, de los que inmediatamente antes se ha dicho que tenían una fe superficial y que Jesús no se fiaba de ella.

Primera revelación: el misterio del nuevo nacimiento

+ Este vino a él de noche, no por temor a los judíos, sino porque era el tiempo más recomendado para estudiar y discutir cuestiones religiosas, según las costumbres de la época. De noche, puede tener un sentido simbólico, alude al contexto en que se encuentra Nicodemo, representante del judaísmo: en la tiniebla frente a Jesús, luz del mundo.

+Y le dice: Rabbi (título dado a los doctores de la Ley), sabemos (habla en nombre de su grupo) que has venido de Dios (reconocen que Dios le ha enviado con una misión) como maestro, pues ninguno puede realizar estos signos que tú haces, si Dios no está con él.

Esos signos muestran que Dios está dinámicamente presente en él. Estar con es un elemento del esquema de vocación y misión: cuando Dios da un encargo y envía, capacita y está con el enviado.

+El judaísmo oficial interroga a Jesús como maestro enviado por Dios y Jesús habla como tal.

+Respondió Jesús y le dijo: En verdad, en verdad te digo: fórmula de solemne de revelación (doble “en verdad”, que tiene sentido casi de juramento)

+Si uno no nace de nuevo y de lo alto, no puede ver el Reino de Dios: la salvación que trae consigo esta intervención.

El hombre, sólo, está excluido de la esfera de Dios y de la salvación; ya se le ofrece un medio para entrar. Se invita al hombre a cuestionarse y a recibir la nueva vida.

+Nicodemo no ve como es posible, la entiende en un plano humano: ¿cómo puede un hombre nacer, siendo viejo?

+En verdad, en verdad te digo, si uno no nace de agua y Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios.

La alusión al bautismo es clara, se discute el sentido específico de agua y Espíritu.

Entrar: de un comenzar a formar parte del Reino. No es un simple sinónimo de ver sino que añade algo más: es indispensable nacer de nuevo y de lo alto para ver intelectualmente (entender) el Reino de Dios; es indispensable nacer por obra del agua bautismal y ponerse bajo el influjo activo del Espíritu para entrar a formar parte del Reino de Dios.

Comienza con un principio: Lo que ha nacido de la carne es carne, lo que ha nacido del espíritu es espíritu: hay una equivalencia entre la causa original y la forma de existencia

Ahora el principio se aplica al nuevo nacimiento para hacer ver su necesidad. Si el hombre-carne quiere dejar de serlo, tiene que tener otra causa original, un nuevo nacimiento.

Sigue Jesús precisando una característica de la nueva causa original, el Espíritu.

Comparando al Espíritu con el viento, Jesús pone de relieve una característica del Espíritu y de todo su mundo, la imposibilidad de controlarlo y conocerlo adecuadamente en el ámbito humano. Se podrá percibir algún efecto, pero no el origen y su dirección.

El hombre renacido participa esta característica.

Segunda revelación: el misterio del Hijo del hombre.

v.9. Respondió Nicodemo y le dijo: ¿cómo puede ser eso? No comprende el cómo del nuevo nacimiento.

v.10. Jesús responde primero maravillándose de la pregunta y después formalmente. Tú eres, el maestro de Israel e ¿ignoras estas cosas? Nicodemo representa al judaísmo, ya el AT sugiere estas nuevas realidades sobre la Nueva Alianza.

v.11. Comienza la respuesta formal: En verdad, en verdad te digo lo que sabemos manifestamos, y de lo que hemos visto damos testimonio. Habla en plural Jesús con sus discípulos en contraposición a Nicodemo y sus representados, lo presenta como testimonio eclesial. Jesús y los suyos hablan como verdaderos testigos. Nicodemo y su mundo rechazan el testimonio; hay una ruptura entre los dos mundos.

v.12. Si os hablé cosas terrenas (existentes sobre la tierra) y no creéis, ¿cómo podéis creer si os hablare de las cosas celestiales? (existentes en el cielo). Se subraya la postura de incredulidad de Nicodemo.

¿Qué son las cosas terrenas y celestiales? Podría ser hechos sobrenaturales que tienen lugar en la tierra (la encarnación del Hijo, la nueva vida, el don del Espíritu) y las celestiales, las que pertenecen al mundo de Dios (preexistencia del Verbo, su glorificación y la nuestra)

v.13. Nadie ha subido al cielo sino aquél que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Se refiere a la ascensión, expresada con perfecto, que indica que ha subido y permanece en este estado. Luego no puede ser Jesús el que habla de sí mismo, sino el evangelista. Algunos exegetas creen que desde aquí es el evangelista el que habla. Pero con otros opinamos que sigue hablando Jesús y que este perfecto hay que interpretarlo como “perfecto profético”, uso lingüístico propio del estilo profético, que presenta un hecho futuro de forma tan realista, se podría traducir: nadie subirá al cielo, sino el que ha bajado, el Hijo del hombre, se afirma la preexistencia de Jesús y se anuncia su retorno al cielo como algo exclusivo suyo

v.14s: Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así debe ser levantado el Hijo del hombre, a fin de que todo el que cree en él, tenga vida eterna. A modo de paralelismo se habla de la necesidad de la muerte y resurrección.

El deberá ser levantado o ser exaltado: se refiere a la crucifixión y a la glorificación. Finalidad dar a todo creyente vida eterna, nuevo nacimiento, nueva vida. Para recibir este don de la vida eterna hay que ser creyente (fe).

v.16: Explicando el origen de este plan de Dios, el amor: Porque así amó Dios al mndo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca sino tenga vida eterna.

El origen es el amor de Dios Padre, que determina la entrega de su Hijo, único en su género al mundo-humanidad. Explicita la necesidad de la fe

v.17-18: Explican la razón de la vida eterna que ofrece Dios, introduciendo la idea de jucio-condena.

v.19: Explica más claramente el motivo del juicio-condena: este, pues, es el juicio-condena que la luz vino al mundo y los hombres amaron más la tiniebla que la luz, porque sus obras eran malas. Se explica el juicio-condenación con los conceptos del prólogo: luz rechazada por los hombres, no todos, sino los que están en la línea de Nicodemo. La conducta mala es un obstáculo a la fe.

Vv 20-21: El que obra mal huye de la luz, el obra la verdad, viene a la luz. Hay una especie de compenetración recíproca entre el creyente y Dios, fruto de un movimiento doble, del creyente hacia Dios y de Dios hacia el creyente.

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